Granada, tierra soñada...

 

Y llegó el día más esperado de mi estancia en Castilléjar, EL ÚLTIMO. Me pongo de buen humor, solo preparando las maletas y pensando que como mínimo estaré fuera de aquí cinco días, que luego se convierten en semanas y semanas sin pisar por aquí.

Como es normal, a mis padres, no les hace la misma gracia que a mí que me vaya; nunca les ha hecho. Pero, como yo les digo, no es que no quiera veros, es que vivís en el lugar equivocado.
Y en parte viven en el lugar equivocado, gracias a MÍ... si ¿quién lo diría? pero de pequeña, cuando nos íbamos a ir a vivir a Granada y me lo plantearon, lloré con todas las lágrimas que tenía y al final... ¡conseguí convencerlos! ¡Maldita la hora! No se en que estaría pensando. A lo mejor en mis amigos, o en el ambientazo, o en la cantidad de lugares a donde ir, o en las grandes posibilidades que tiene... yo creo me abrumó tanta oportunidad.

Por suerte, eso (mejor dicho ESTO) quedó atrás o, como poco, quedó como un lugar al que volver de "vacaciones", de "visita" y donde encontrar el cariño de mis padres (y mis abuelos) cuando lo necesito... pero para eso, vengo a MI CASA aunque esté en un lugar al que no considero como mío.

Ahora tengo un lugar donde cargar pilas, donde tengo mi ambiente y donde está lo mejor que me ha pasado en los ultimos años: GRANADA. Los que viven allí desde siempre, dicen que es pequeña y a algunas personas hasta les ahoga... pero es el sitio donde yo puedo respirar. Y el lugar que permitió que entrara en mi vida una bocanada de aire fresco justo cuando más lo necesitaba. Una ciudad con encanto, que a puesto a mi vida la magia que antes no tenía.