El que mucho abarca... ¡¡aprieta selectivamente!!

Son las 14:30h, y aquí estoy, acabo de comer y vuelvo a estar sentada frente al ordenador. Le estoy empezando a coger manía a este aparatejo… Cada vez paso más tiempo aquí delante. Dichoso textos…

Hace ya tiempo que no aparezco por aquí, lo sé. Pero es que estoy cansada de escribir. No, no escribo lo que me gustaría. Me limito a escribir folios y folios de críticas, de reflexiones, de “opiniones” sobre cosas que no me interesan lo más mínimo, sobre las que no tengo opinión, y mi mayor critica sería: sois todos unos ilusos.

Si señores, así es. Oficialmente, llegando al final de este curso, puedo decir oficialmente que NO ME GUSTA LA ANTROPOLOGÍA, de hecho no es solo que no me guste, sino que le estoy cogiendo una manía que no me la aguanto ni yo.

7.00am: suena el despertador (con una alarma odiosa, que según mi señora madre es insoportable) Aclaración para mamá: es lo único que consigue levantarme de la cama, un sonido horroroso.

7.01am: pienso, ¿qué fabulosa clase me espera hoy? Y excepto el primer día que fui a clase, que estaba un poco expectante, ni un solo día me he levantado con la ilusión que me levantaba cuando hacía fisio. Es más, me levanto ya echando sapos y culebras por la boca. Pero luego pienso: era peor el año pasado, cuando no tenías motivos por los que levantarte, no había nada que hacer. Si, esa sensación era aún más fea.

Así que con una voz autoritaria dentro de mí me levanto, regañándome por quejarme por vicio. Y voy a clase. Sinceramente, los debates que se establecen, me dan taquicardias: llámenme capitalista, monárquica, conformista… pero, el discurso utópico de estas gentes, ese “antisistemismo” y esa queja continua a TODO… me pone enferma. ¿Sabéis que hago? Busco todo tipo de excusas para llegar 10min tarde a clase, o salir 10min antes… ¡hasta estar en la secretaría se ha vuelto divertido!

Bueno, como me repito todos los días, lo hago por un fin. Disfrutaré del camino lo máximo posible, y si no puedo disfrutarlo, pues me pondré en Modo Automático durante las clases, simulando que atiendo y organizando lo que voy a hacer cuando salga a las 13h… (4h y media todos los días allí, se hace pesado os lo digo yo)

Pero resulta, que por las tardes, tengo clases también, esta vez de Máster, (si, no paro), y bueno, no son tan pesadas. Al menos no hay gente quejándose por todo, en esos momentos cuando entro a la facultad de medicina y me encuentro con gente positivista, cuantitativista (que creen en las ciencias duras) soy feliz. ¡¡¡He vuelto a mi sitio!!! Y entonces me relajo, sonrío y pienso que alguna vez también me quejé de esto… ¡¡ilusa de mí!! No sabía que había fuera.

Paso la tarde en el máster, entre atender y chincharle a mi compi (al que tenga al lado, me da igual, yo hablo por los codos con todo el mundo) la tarde pasa más o menos rápido, aunque he de reconocer, que cuando van llegando las 9 mi cerebro pide un descanso.

Por si fuera poco, ahora me han ofrecido una beca de prácticas, y no se me ha ocurrido nada más que la locura de aceptarla, los fines de semana, (algunos) voy a osteopatía a Úbeda.

EN fin, comprenderéis que no aparezca por aquí ¿no? Aunque reconozco que es un placer escribir sin citas bibliográficas, sin paréntesis obligatorios, sin justificaciones, poder hacerlo de forma totalmente anárquica, conforme va saliendo, sin seguir un esquema… uff, no sabéis que alivio.



En medio de todo este agobio, ojeras, cansancio, poca vida social (aunque cuando tengo un hueco, tiembla Granada), me llevo mis alegrías, que me hacen recordar que estoy viva, y que aparte de quejarme también tengo cosas que agradecer. Una de estas alegrías os la contaré cuando se vea materializada, que parece ser en breve. Y la otra… bueno la otra, hay muchas cosas que cerrar aun, para poder decir aquí nada. (Es un secretooo)



Y bueno, para terminar, os pongo un enlace, de un vídeo que hicimos para un trabajo de clase, es una forma de encontrarle el lado divertido a esto que hacemos, que dicen que se llama antropología y dicen que sirve para algo… jajaja, yo no lo creo sinceramente. Pero eso, ¡¡también es un secreto!!