Queridos Reyes Magos

Pues ya está aquí como todos los años, en apenas dos semanitas será Navidad de nuevo. Este año, se me presenta una Navidad extraña. Y no es porque no haya calvo de la lotería y que Freixenet haya decidido que va a poner el mismo anuncio que el año pasado, por la crisis (cosas del marketing) sino porque por primera vez, no pasaré las dos semanas enteras en casa. Con esto de acabar de estudiar, también se han acabado las vacaciones desde el Día de la Lotería hasta que pasaban los Reyes. Este año habrá vacaciones los días de rigor: 24, 25, 31 y 1… y dando gracias al Cielo de que han caído en jueves y viernes y en realidad tendremos dos puentes ahí seguidos, esto es para ir haciendo cuerpo y dándome cuenta que realmente el concepto “VACACIONES” ha cambiado un poquitín.

Pero aparte de esto, también he de decir que no tengo NINGÚN Espíritu Navideño…. ¡Cero! no lo encuentro por ningún lado. Yo creo que la culpa va a ser del Ayuntamiento, que este año con la crisis, no ha encendido aun el alumbrado…. Digo yo que a lo mejor lo encienden cuando el Rey nos esté contando cosas el día de Nochebuena. Que por cierto, ¿alguien ha escuchado alguna vez el discurso del Rey entero? Yo creo que no lo he hecho nunca, y es que lo ponen a una hora más mala… ¡justo cuando estás cenando/preparando la cena! ¿No dicen que la tele mientras se come debe estar apagada para que haya comunicación? ¡Y más en un día tan “especial” en los que se reúne ‘toda’ la familia después de ‘tanto’ tiempo! Desde luego, ¡qué poca vista tienen en la Casa Real! ¿Ellos no cenan?

Llega la época del año en la que nos volvemos consumistas y de repente nos acordamos de esas personas, con las que a lo mejor nos vemos dos veces al año. Y entonces hay que hacer una “cena de navidad”: Cena de navidad de trabajo, de amigos, del gimnasio, del grupo de inglés, de…, de…, de…, y además, ¡hacemos regalos! MUUUUCHOS REGALOS. Sin más razón que porque es Navidad, o Reyes o el ya instaurado Papa Noel, el caso es dar y recibir regalos. Quizás no conozcas demasiado a esa persona, quizás ya no te apetezca regalarle nada, pero es la tradición. En realidad no me gusta eso, tener que pensar regalos… aunque sea para gente que conozco y a la que quiera muchísimo, pero yo cuando hago un regalo quiero que guste… a mi no me vale lo de “la intención es lo que cuenta”. Tened por seguro que si yo hago un regalo, ha sido meditado durante varios días/horas/minutos (dependiendo lo que tarde la inspiración en llegar) porque yo ODIO los regalos por ‘cumplir’: por eso nunca regalo perfumes (a no ser que sepa que la persona quiere uno determinado), corbatas, plumas y todos esos regalos tan “socorridos”, y si alguna vez los regalo, es un signo de ¡Ui! ¡Que poco te conozco!. Y para demostrar que mis regalos son pensados con mucha antelación, siempre o casi siempre van acompañados de una frase bonita o un pequeño texto. Con lo fácil que sería escribirle a los Reyes Magos, y lo fácil que le resultaría al Rey Mago acertar, teniendo la carta… ¡no se por qué dejamos de hacer eso! Aunque ya sepamos que los Reyes son los padres… pero ¿no son magos al fin y al cabo? ¿ No nos hacen tener ilusión cuando vemos los paquetes debajo del árbol (o colocados estratégicamente para soprenderte)? Podríamos seguir escribiéndoles. Y luego ya que los “Reyes” valoraran si tu regalo es factible o no… y ya si ellos deciden que no… ¡Ahhh! ¡Eso ya no es tu problema!

Pero y ¿qué hay de los regalos no materiales? ¿qué le pedís vosotros a esta Navidad? ¿al 2010? ¿a los Reyes? ¿A Papá Noel? No importa el nombre que le pongamos…

Es una cuestión difícil y yo voy a intentar explicar lo que quiero por Reyes y no se puede comprar y cada uno que lo interprete como quiera:

"Queridos Reyes Magos, este año, he sido todo lo buena que he podido (hay que ser sincero, que los Reyes lo saben todo) por eso me gustaría, que este año me hicierais un favor. Voy a renovar algunas de las peticiones que hice el año pasado y que ya me regalasteis, pero quiero asegurármelas un año más. Y luego también tengo cosas nuevas, ¡espero que no sea pedir demasiado!


Quiero llorar de la risa y reirme de las penas. Sonreir hasta que me salgan arrugas. Quiero disfrutar de cada momento. Cerrar unas etapas, abrir otras. Quiero que mi vida se componga de momentos que me dejen sin aliento. Un baño de burbujas. Películas en compañía. Quiero conseguir mi ‘gran’ reto. Pasear. Leer. Cantar hasta dejarme la voz. Bailar estar sin aliento. Quiero dar besos, abrazos y cariño y recibirlos. Pasarme toda la noche hablando y darme cuenta del tiempo que ha pasado cuando me está dando el sol por la ventana. Tardes de crêpes. Y tardes de Tés. Y grandes veladas. Y disfrutar de mis amigos. Que me de la risa tonta. Felicidad. Ilusión. Dejar a un lado la apatía. Sonrojarme. Dudar. Quiero demostrar que mi ADLCPSJ será por siempre jamás. Descubrir personas. Hacer regalos porque sí. Nuevas metas. Quiero ser “tita”. Seguir siendo “la mierda de la niña”. Quiero poder parar el tiempo. Aceptar los cambios. Quiero descubrir “todo “ lo que puede verse a través de un objetivo. Sentirme querida y hacer que los demás se sientan. Ser un punto de apoyo. Seguir ayudando a gente. Provocar sonrisas. Ser valiente. Atardeceres en el Albaycin. Viajar a todos lados, pero sobre todo a Francia (ains peque). En definitiva, QUIERO QUE LA VIDA ME DESPEINE.


Queridos Reyes, es una lista larga, pero algunas cosas es solo confirmar que las sigo queriendo. Y no se si en Oriente se escuchará música, pero hay una canción por ahí que dice.. “deja que el deseo por una vez se cumpla”…


Atentamente, Feli."