Ayer, uno de mis lectores asiduos estuvo en mi clínica (si clínica) y me encendió una bombillita y me dijo, oye Feli, tienes el blog muy abandonado. Y miro, y me doy cuenta de que no escribo aquí hace casi un año. ¡¡qué triste!! Solía dedicar tiempo a pensar qué escribir y al final hice relaciones buenas con la excusa del blog.
Después de un año, esto se ha ido enfriando, me da pena pero ¡¡mi vida ha cambiado tanto desde que no vengo por aquí!!
Realmente ya no sé ni siquiera si tengo seguidores, si alguien se acuerda de esta página donde escupía mi día a día, pero aun así abriré de nuevo esta puerta y diré ¡¡cu-cú!!, a ver si alguien responde. Aun a riesgo de volver a escuchar ese “cu-cú” de vuelta en forma de eco. Pero oye, yo me lo he currado por abandonarlos tanto tiempo.
¿Qué ha sido de mi vida en este tiempo? Pues bien…. Creo que voy a escribirlo por capítulos, sino, sería una entrada demasiado larga.
Lo más impactante lo vamos a dejar para el final, en esta entrada voy a hacer lo que sería en el cine un Trailer, algo que resuma todo de forma más o menos amena, para luego ir poniéndoos(me) al día.
Empezaré diciendo que me ha salido detrás de la oreja un botoncito, en el que voy cambiando el modo en el que “vivo” y tengo por lo menos por lo menos cuatro modos:
El Modo Estudiante, si la antropología sigue ahí.
El modo becaria/pringada en el departamento de Fisioterapia.
El Modo empresaria.
Y el modo inmaduro: que es como la gente aburrida llama a los que somos un puntazo (esta frase no es mía, la he cogido de twitter)
Bueno, este es más o menos un resumen de lo que ha sido este último año… Próximamente empezaré con el capitulo uno, mi modo estudiante.
