En estos días, odio un poco más, si cabe, la antropología. La semana pasada pasé unos días que no se los deseo a nadie, falló todo lo que podía fallar en un trabajo al que le había puesto todo el esfuerzo que se le puede poner. Además, uno de los profesores, nos sorprendió con un examen que, aunque sabíamos la fecha y la hora, fue más sorpresa que otra cosa. Y digo sorpresa, porque nos sorprendió a más de uno con las preguntas. ¡¡La cara que se me tuvo que quedar!! (yo no me la ví, pero miré alrededor y si se parecía a lo que ví... debió ser todo une espectáculo)
Esto solo consiguió desanimarme un poco más en mi carrera de fondo, solo me aportó aun más frustración, un poco más de ahogo y se llevó con él, todas mis ganas de estudiar. Lo intento, lo prometo, paso horas delante de un libro rojo odioso (que me recuerda a otro libro odioso, del mismo color, que ya tuve en fisioterapia) pero no asimilo nada. Al intentar concentrarme, una vocecilla dentro de mí dice: -¡¡Estudiaste para el otro examen y aun asi te salió mal!! ¿qué haces estudiando para este?- y aunque intento ignorarla, consigue que no rinda y que no asimile prácticamente nada de la SARTA de sandeces que pone ahí.
Un compañero, se propuso hacer una "Fe de Erratas" para entregarsela al autor del "llamemoslo libro", que viene siendo el profesor, (que se autoedita y además nos hace comprar SU libro), pero decidió no hacerlo y sustituir esta "fe de erratas" por: ESCRIBA USTED EL LIBRO DE NUEVO. Tarea mucho más sencilla después de lo que podemos encontrar en esas páginas.
Así que sí, seamos francos, estoy desanimada, siento que estoy perdiendo el tiempo, que esto no me aporta nada... y la perspectiva de tener alguna asignatura para el verano termina de ser aceptada, más aun cuando pienso que pueden ser dos. Lo reconozco, a mis años aun no se lo que es suspender una asignatura, y no me hace ninguna gracia comprobarlo, aun así, me voy haciendo a la idea. Si después de todo, no salgo limpia en Junio, creo que estoy bastante justificada (pero claro, a ojos de los demás, mi autoexigencia y yo no lo vemos asi). ¡¡Ya lo se!! No es bueno exigirse tanto ¿y qué? ¿acaso me sirve de algo? ¡sigo siendo asi... y si le exijo a los demás es porque antes que a nadie, me exijo a mí...!
(Cosas positivas, Feli, piensa en cosas positivas.... ):
Como terapia, voy a escribir ¡¡10 cosas positivas que me ha aportado/está aportando la antropología!!:
1.- Volver a estudiar.
2.- Saber cosas (del mundo en el que vivo) de las que antes ni era consciente.
3.- Espíritu crítico.
4.- ¡¡Me he atrevido con un corte de pelo que hacía tiempo quería hacerme!! (jajaja, no creo que eso me lo haya aportado la antropología, pero bueno, me gusta y punto)
5.- Conocer a algunas personas.
6.- Culturilla general sobre pueblos que, siendo sinceros, ¡¡me importan más bien poco!!
7.- Jolín qué dificil....bueno, algunas risas también me ha supuesto.
8.- Se qué defiende el movimiento 15M, y ¡¡hasta lo apoyo!!, mientras que si no hubiera estado haciendo antropología, posiblemente se me quedaría un poco lejos.
9.- Lo siento, lo voy a dejar aquí, ¡no encuentro más nada!
Y después de este desahogo, me vuelvo a mi mesa, con mi libro rojo, a seguir "refunfuñando" y a pensar, que si no pasa nada, en unos 15 días, todo esto será historia...!!!
