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sábado, 13 de febrero de 2010

La Música


¡Aquí estoy de nuevo! Como veis, actualizo siempre en fin de semana… que es cuando me siento delante del ordenador con tiempo. Realmente siempre tengo “tiempo” para sentarme.. pero últimamente las páginas más visitadas son PubMEd, Medline, PEDro, biblioteca electrónica… porque me ha dado por culturizarme en el mundo dela fisioterapia. Para quien no lo sepa, son bases de datos e artículos científicos de ciencias de la salud… todos ellos en un perfecto inglés. Si, en este magnífico mundo científico si no publicas en inglés no tienes absolutamente nada que hacer… y si no sabes ingles, no tienes nada interesante que leer. Así es la vida, por eso mis padres se están gastando una pasta en que yo “chapurree” un poquito de ingles.


La actualización de hoy va de MÚSICA, pero de la música en general, no me importa del tipo que sea. Y como la música, en mayor o menor medida, le pone un poco de sentido a nuestras vidas. Según la RAE, la música es una Sucesión de sonidos modulados para recrear el oído yo le añadiría que también recrean la mente.

¿Cuántas veces no hemos estado tristes y hemos puesto… “esa canción? ¿Y cuando hemos tenido dentro mucha rabia y hemos puesto la música a tope y nos hemos puesto a cantar a voz en grito? ¿y cuando estamos contentos? ¿amor? ¿desamor? ¿alegría? ¿miedo?? (quién no ha tarareado algo cuando esta literalmente ‘cagao’) No hay momentos sin música y para cada momento una forma de interpretarla… , definitivamente “si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco” (no se de quien es esta frase, pero me encanta)

¿Y que me ha hecho replantearme esto?

Pues resulta, que con esto de ir a trabajar y de tener un trabajo tan humano por encima de todo, te fijas más en las cosas, valoras más lo que tienes y al final terminas viendo la vidad e otra manera. MI manera de ver las cosas cambió ya mientras estaba de prácticas, pero ahora la cosa se ha intensificado.

Como todos sabeis, trabajo en una Unidad de Estancia Diurna de personas mayores. Es de suponer, que la mayoría de las personas que van allí, tienen algún tipo de trastorno, sobre todo cognitivo: alzheimer y otras demencias. Ellos van allí con el objetivo de ser estimulados en todos los sentidos, pero sobre todo en el físico-cognitivo. Resulta que ahora mismo estoy solo yo de fisio y no hay terapeuta ocupacional y la psicóloga está demasiado ocupada (porque además es la directora) para estar con ellos. Cuando terminé con cada uno de ellos, me sobró tiempo y después de ordenar la sala de fisio, me salí al salón con ellas (son todo mujeres ahora mismo!!!) y allí estaban… abstraídas delante de una televisión que dudo que ninguna estuviera viendo realmente. Sin decir nada, me quedé allí observando y me planteé como poco a poco han dejando de ser quien eran, para convertirse en otra persona totalmente distinta y que poco a poco dejará de estar en el mundo… Y desde el desconocimiento que hay en general de estas demencias me quedé pensando que debía haber algo que les hiciera, aunque fuera por un segundo, volver al mundo o por lo menos volver a ser una parte de las personas que un día fueron…

Aquí hay dos respuestas posibles, una de ellas es el cariño (que a veces funciona) y otra de ellas la música y hoy os cuento mi experiencia con la ultima.

Plantee en la unidad la posibilidad de dejar una hora los viernes, para bailar con ellos y así conseguir que se movieran (que no siempre es fácil, como uno diga que no…. échate a dormir). Así que empezamos haciéndolo, pero últimamente, como hay tan pocas personas y solo estoy yo con ellas, es un poco difícil conseguirlo. Porque yo solo puedo bailar con una persona y las demás en vez de seguirnos, se dedican a mirar. Así que el viernes pasado, cambié el levantarse y bailar, por cantar y aplaudir al ritmo de la música (el caso es que se movieran, aunque fuera un poco).
 Y allí estaba C, una mujer con un alzheimer en fase bastante avanzada que además era nueva y estaba(está) todavía en periodo de adaptación, con todo lo que eso conlleva, inquieta, extrañada, agresiva, triste, aislada… y de repente, sonó una canción… (Qué viva España) (inciso: esta canción triunfa entre los abuelos) y le cambío la cara, por un momento pareció que volvía a estar conectada con el mundo, cuando vió que ella podía cantar como los demás, que se la sabía y por lo tanto podía interactuar con sus compañeras… El rostro triste y desorientado, se cambió por una sonrisa y un brillo de ojos que me llegó tan dentro, que eso ha sido lo que me ha hecho contar todo esto… Como una canción le hizo bajar de allí donde quiera que estuviera y por un momento volver a ser aunque sea una milésima parte de lo que fue… pero eso para mí ya es algo. Y me he centrado en la reacción de esta mujer, pero cada persona es un mundo y cada reacción es sorprendente. Solamente se puede explicar estando allí y viviendo esos cambios en las caras, esos gestos de agradecimiento… es demasiado. Como la música nos cambia el ánimo a cualquier edad. Hace efecto en un bebé, en un niño… y en un anciano con demencia… ¿qué es lo que tiene que la hace tan especial?

Con personas mayores a veces es difícil plantearte que lo único a lo que te dedicas es a mantener sus capacidades, que no vas a ganar nada y que el final de estas personas está cada vez más cerca, pero esos gestos que demuestran que tu puedes poner un granito de arena para mejorar su calidad de vida a veces son suficientes. Con solo llevarme una sonrisa de cada una todas las mañanas ya me voy satisfecha, aunque se que poco voy a hacer con su dolor de rodillas, con su artrosis y con todos los trastornos típicos de los mayores… . Si se que por un segundo se sienten felices, poco me importa que les siga doliendo la rodilla y yo poco pueda hacer para curarlo.. Y si la música me ayuda a ello y tengo que aprenderme todos los pasodobles y la vida y obras de Joselito…. Lo haré

Y hoy, voy a copiar la frase que un día oí de boca de un amigo y que en la vida pensé que me iba a llegar tan dentro y que la iba a aplicar tantísimas veces…:

“Con estas personas hay que vivir cada día como si fuera el último, porque posiblemente algún día lo sea de verdad”

sábado, 6 de febrero de 2010

Fotos, Fotos, Fotos

Menudo fin de semana el pasado… Llevo toda la semana queriendo escribir sobre ello, pero al final lo he ido dejando, porque creía que merecía contarlo con una súper entrada que lo describiera bien y eso implicaba tiempo. Y parece que no, pero esta semana, el tiempo no ha abundado precisamente en mi vida. He decidió ponerme las pilas… por fin imprimí mis apuntes de osteopatía (que desde octubre que empecé digo yo que ya era hora ¿no?) y dedicarme a entender a la perfección que es lo que estoy haciendo. Me refiero a el efecto que produzco en el cuerpo cuando, literalmente “crujo la espalda a las personas” y porque se produce la mejoría. Es interesantísimo cuanto menos, pero otro día dedicaré la entrada solo a mi osteopatía querida. Hoy la cosa va de FOTOS.


Como tod@s sabéis, hace unos meses, descubrí una nueva afición. Bueno más bien empecé a practicarla. Todavía muy verde, pero eso no me impide que disfrute lo más grande “afotando” cosas. Parece increíble lo que se puede llegar a expresar con una imagen, y es que ya lo dice la frase: “una imagen vale más que mis palabras”. Ante esto, no hay más nada que decir.

Pues bien, un amigo, comparte esta afición conmigo, bueno digamos que yo la comparto con él, porque él es el `profesional’, el que sabe manejar el Photoshop y todas esas cosas, yo digamos que estoy todavía en periodo formativo. (Por mí misma claro está) aprovecho desde aquí para darle publicidad: http://www.flickr.com/photos/xandercamara

El tío hace unas fotos geniales, y además es bastante creativo. Su último reto, fue una sesión de fotos en interiores. A lo que su novia (mi mejor amiga) y yo accedimos a la primera. Claro, que cuando dijimos que sí, no sabíamos que ser “modelo por un día” iba a entrañar grandes riesgos:

Así sucedieron los hechos y así paso a narrarlos…

Todo sucedió entre el viernes 29 de Enero y el domingo 31, tras planearlo todo exhaustivamente empezamos nuestra hazaña. Fue el viernes, a eso de las 5 de la tarde, cuando salimos a comprar las telas que harían de fondo. ¿Qué características tiene que tener una tela de ese tipo? Principalmente, que no haga brillos con los focos, que sea lo suficientemente grande para tapar toda la pared… y para evitar contrastes raros… mejor Blanca y/o Negra. En un principio la cosa parece sencillita ¿no?, colores básicos, que deben estar en cualquier tienda de telas. Pues allí que vamos los 3…

Primera tienda:

A, Y y F: Hola, querríamos una tela blanca, sin brillos (blablablá)

Tendera: ¡Ah! Si, eso es loneta blanca. Aquí está, ¿Cuánto queréis?

A, Y y F: (que previamente habían medido el cuarto) Pues 3x3.

Tendera: Solo tiene 2,80m de largo.

A, Y y F: Nos vale igualmente.

Nos la pone e intentamos la misma operación con la negra… pero no le queda. Bueno ¡no pasa nada! Vamos a otra que haya y punto, no parece muy difícil de encontrar. Nos hace la cuenta y ¡zasca! 30€ la telita…. ¡¡¡Menos mal que eso no es de un solo uso!!!

De camino a otra tienda de telas, pasamos por un chino, que es el Carrefour de los chinos, enorme, para comprar complementos para las fotos: pinturas, unas alas, pompas de jabón… (y 80mil cosas más)

Yolanda nos abandona después de eso y Álex y yo seguimos en la búsqueda de la tela negra. ¿alguna vez os habéis planteado lo difícil que puede ser encontrar una tela negra? Solo pedíamos una tela de las mismas características que la blanca… pero NEGRA. Pues después de ¿cuántas? ¿6? ¿7? Tiendas… cada una en una punta por supuesto, nos encontramos Alex y yo en una de al lado de mi casa, viendo tooooodas las cantidades de negro que puede haber, con tooooodas las texturas y por supuesto tooooodos los precios. Comprobando con el flash del móvil, si la tela hacía brillos con la luz. El pobre tendero nos miraba con una cara bastante extraña. Y allí a las 8 de la tarde, estábamos delante de LA TELA, esa que llevábamos buscando casi una hora y media… ¡estaba allí para nosotros! Pero no todo es así de fácil…. ¡No había suficiente! Alex y yo nos miramos con cara de WTF????? Y después de miles de operaciones aritméticas y visión espacial, descubrimos que si empalmábamos dos trozos de OTRA tela distinta a LA TELA, nos podría hacer el apaño. Así que resignados a que se viera el corte en las fotos y a tener que empalmar dos trozos… la terminamos comprando. Esta sí, mucho más barata. Que por lo menos nos consuela. ¡Ya si que estaba todo! Solo quedaba colocarlo y ¡posar!

El sábado, cuando mi madre se fue, nosotros nos dispusimos a colocarlo todo. Quedamos a las 3 de la tarde, con visión a tenerlo montado todo para las 5 y dedicar la tarde a las fotos… Ja-Ja-Ja, solo digo eso.

Lo primero que para colocar las telas y hacernos un poco de espacio en mi dormitorio tuvimos que:

Desmontar la mesa, quitar los cuadros, quitar la estantería (con todo encima, que casi se nos “descuajeringa”) correr la cama y, como la tela negra iba en el armario, tuve que sacar toda mi ropa, porque luego el armario ya no se podría abrir…. ¡el 2 de Mayo armamos! Mientras Álex desmontaba la mesa, Yolanda y yo poníamos miles de alfileres en la tela negra (recordad… había que empalmarla) pues cuando por fin estaba todo listo… Álex, fue a probar los focos que le había dejado un amigo (imprescindibles para las fotos) y cuando enchufa el más importante, de repente sale una lucecita azul y salta el automático de mi casa… ¿hola? ¿Qué ha pasado aquí? Efectivamente, la bombilla del foco, había muerto. Un sábado por la tarde. Todo cerrado… después de mil vueltas por los distintos centros comerciales de Granada, con solo “No, de eso no tenemos” por respuesta. Terminamos comprándonos un foco de la obra, para que supliera al foco muerto, eso sí, esta vez compramos una bombilla de repuesto. (Pues menos mal, porque cuando abrimos la caja, el foco no traía bombilla) Por fin lo teníamos todo. A esto eran las 7,30 de la tarde…. Ahora sí, con todo listo. Nos pusimos al tema. Pero como nuestro foco no tenía trípode. No podíamos posar las dos a la vez…. Una debía de ser la “niña foco” y la otra la modelo… en fin ,un show que mereció la pena. Donde nos reímos como pocas veces. Y donde hubo algún que otro accidente que podéis leer en el blog de Álex. Que creo que fue lo mejor del fin de semana. Aunque la pobre Yolanda casi no lo cuenta. Terminamos el domingo, después de todo el fin de semana a tope, volviendo a montar toooodo lo que habíamos liado.

Aquí dejo algunos de los resultados, algunas están retocadas, otras están exactamente como salieron. Espero que os gusten. Si os gustan… solo avisad a Álex y por un módico precio ¡tendréis las vuestras! No sé como lo hace, pero este niño, siempre te saca guapa (unas veces más que otras claro)




Y bueno, para muestra, yo creo que ya vale. Porque las deberia poner con el nombre del autor, pero no las tengo aquí. Así que... ya sabeis que son de Alejandro Cámara.